El clima político rumbo a la segunda vuelta electoral del 19 de octubre se tensó al máximo tras el cruce de declaraciones entre los candidatos Rodrigo Paz (PDC) y Jorge “Tuto” Quiroga (Libre). Paz sugirió que su contrincante renuncie para facilitar una transición rápida, pero la respuesta de Quiroga no se hizo esperar y desató polémica.
En un mensaje publicado en sus redes sociales, Quiroga aseguró que “la única manera de que no participe en la segunda vuelta es enterrado”, ratificando que estará presente en el balotaje. “Ahí estaremos, firmes y fuertes, con propuestas y respuestas”, escribió el expresidente, descartando cualquier posibilidad de renunciar a la contienda.
El candidato de Libre calificó la propuesta de Paz como “antidemocrática” y fue más allá al advertir que el planteamiento podía entenderse como una amenaza. “Hoy, la propuesta ‘económica’ del candidato Paz es bajarme y que lo coronemos. Eso es antidemocrático, contraviene reglas electorales, busca evitar que el pueblo elija en segunda vuelta y hasta se puede entender como una velada amenaza. Si algo me pasa, él será responsable directo”, enfatizó Quiroga.
Rodrigo Paz, por su parte, había señalado durante un foro económico organizado por Cainco que la mejor salida para el país era un “acuerdo de consenso” que permita una transición ordenada. “Si mañana la candidatura de Tuto Quiroga renunciara en un acto de grandeza y desprendimiento, mañana nos sentaríamos a establecer una transición rápida y generar los cambios necesarios en el país”, dijo.
Lejos de los insultos y de las tensiones, Quiroga afirmó que su campaña seguirá centrada en las propuestas. “Pena lo de Rodrigo, su vice insulta, lo acorrala, y él no respeta mandato popular que determinó que vayamos a balotaje. Queremos propuestas, no insultos ni maniobras. Nosotros vamos a salvar la economía, cambiar todo y tener una Bolivia libre”, señaló el candidato de Libre.
El cruce de declaraciones expone el delicado escenario electoral que atraviesa Bolivia, donde la segunda vuelta será decisiva para definir al nuevo presidente. En medio de acusaciones, llamados al desprendimiento y advertencias sobre amenazas, los dos principales candidatos se juegan sus últimas cartas en una carrera marcada por la confrontación.
La tensión no solo se refleja en los discursos, sino también en la incertidumbre de un electorado dividido que deberá decidir entre dos proyectos opuestos. La segunda vuelta promete ser uno de los procesos más disputados de la historia reciente del país.