A casi una década del referéndum del 21F, Rodrigo Paz volvió a desmarcarse de las acusaciones que lo vinculan con el apoyo a la reelección de Evo Morales. El candidato presidencial del Partido Demócrata Cristiano (PDC) sostuvo que jamás dijo “sí” al referéndum y apuntó directamente a Bolivia Tv como responsable de difundir un video editado para tergiversar sus palabras.
“Eso es una mentira, lo quiero decir en EL DEBER y que quede registrado: jamás apoyé el referéndum. He pedido oficialmente por carta a Canal 7 que publique el video completo, porque lo que circuló está manipulado”, declaró Paz durante una entrevista en el programa Yo Elijo.
El material cuestionado corresponde a enero de 2016, cuando Paz, en un acto protocolar junto a Morales, cerraba un acuerdo millonario de inversión para Tarija. Según el exalcalde, en ese discurso dijo “sí a las obras” y no al referéndum. “Se trataba de un convenio de casi 300 millones de bolivianos para agua, colegios y hospitales. Mi apoyo era a esas obras, no a la reelección”, recalcó.
El video volvió a viralizarse tras su reciente victoria electoral, lo que avivó las críticas de sectores opositores que lo acusan de mantener nexos con el masismo. Paz rechazó esas versiones: “Es humillante que intenten convertir una mentira en verdad. Tenemos un profundo compromiso democrático y nunca aceptamos caudillos ni liderazgos únicos”.
El gobernador de Tarija, Óscar Montes, reavivó la polémica al afirmar que en 2016 Paz le pidió sumarse al “Sí” del referéndum, lo que habría generado la ruptura política entre ambos. Sin embargo, el postulante del PDC desestimó estas declaraciones y aseguró que forman parte de una campaña de desprestigio.
“En Tarija, mis opositores de entonces recurrieron a funcionarios de la Gobernación para armar una guerra sucia en mi contra y manipular la opinión pública”, dijo el candidato.
Paz insistió en que su posición frente al 21F siempre fue clara: “Fuimos activistas en contra de la repostulación. Esa es la verdad que quieren ocultar”, concluyó.
El episodio suma tensión a la campaña electoral, donde las denuncias de manipulación mediática y el uso del pasado político se han convertido en armas de confrontación entre los principales candidatos.