El estilo de campaña del candidato presidencial del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz, ha dado un giro notorio. Ya no utiliza vuelos comerciales para sus desplazamientos, sino que ahora recorre el país en avión privado, lo que marca una diferencia significativa respecto a la primera vuelta electoral.
La noche de este jueves, Paz fue visto llegando a Santa Cruz en un vuelo privado desde Cochabamba, según confirmaron fuentes de su entorno. Horas antes, el mismo avión lo había trasladado desde Yacuiba y Tarija hasta Cochabamba, en un recorrido que muestra el nuevo ritmo de su campaña.
De acuerdo con allegados a su equipo, el candidato ha intensificado sus actividades en distintas regiones del país y necesita mayor agilidad en sus desplazamientos. “Rodrigo está comprometido con llegar a cada rincón de Bolivia y el uso de un avión privado es parte de esa estrategia”, explicó uno de sus asesores de campaña.
El cambio no ha pasado desapercibido. Mientras en la primera vuelta Paz era visto abordando vuelos comerciales como cualquier ciudadano, ahora su nueva logística refleja el crecimiento del respaldo político y financiero que ha obtenido en las últimas semanas.
Sin embargo, este nuevo estilo también ha generado críticas desde sectores opositores, que cuestionan el origen de los recursos para financiar estos vuelos. “Queremos transparencia. La población merece saber quién está detrás de este gasto millonario”, declaró un analista político en La Paz.
Para sus seguidores, el uso del jet privado es señal de fortaleza y organización. “Es lógico que un candidato competitivo tenga los medios necesarios para llegar a todos los departamentos”, sostuvo un militante del PDC en Santa Cruz.
En medio de la disputa electoral, la imagen de Rodrigo Paz descendiendo de un avión privado se ha convertido en un símbolo de su nueva etapa de campaña. Con más recursos y mayor presencia territorial, el candidato busca consolidar alianzas estratégicas con miras a la segunda vuelta.
Ahora, el debate gira en torno a si este cambio representa un paso hacia la modernización de la campaña o un signo de distanciamiento con la ciudadanía. Lo cierto es que Rodrigo Paz ha dejado atrás la imagen del político que viajaba en vuelos comerciales, apostando por un perfil de candidato con poder, respaldo y ambición de llegar a la presidencia.