A tres días de la transmisión de mando al presidente electo Luis Arce, quien ganó los comicios con el 55.10%. La presidenta constitucional, Jeanine Áñez, brindó hoy su último discurso, junto a su gabinete, donde resaltó los cuatro puntos fuertes que trabajó en su gestión transitoria.
El primero es la entrega de los tres bonos, el canasta, familiar y universal en tiempos de cuarentena por la pandemia del coronavirus (COVID-19); los cuales «fueron fundamentales para el alivio, y muchas veces para la propia sobrevivencia, de millones de familia en toda la República, pero, además, esos bonos fueron importantes para que luego la economía pueda reactivarse», dijo la mandataria.
Los pagos realizados en bonos fueron más de Bs 11 millones de bolivianos y Áñez espera que el Gobierno del MAS los vuelva a entregar en el primer trimestre del año 2021 porque «hay dinero para dar esos bonos otra vez».
La segunda labor fue la lucha contra la COVID-19, donde afirma que «se tiene una pandemia controlada (…)».Se Crearon más de 7.500 puestos de trabajo en el área de salud con atención gratuita de enfermos del virus y más 150 mil kits de medicamentos fueron dotados a la población.
El tercer punto es la lucha contra las drogas. Según Áñez, se trabajó en romper la cadena de males que genera el tráfico de droga: «un enemigo histórico de Bolivia es la droga y eso explica por qué fuimos tan duros contra el narcotraficante», dijo Áñez en su último discurso antes de dejar la silla presidencial.
El último punto que habló fue sobre la consolidación de la democracia «contra viento y marea», así lo describió. «Me voy contenta al ver que la democracia avanzó y está madurando en Bolivia pese a las diferencias de ideas, de visiones y de intereses», fueron las palabras de la segunda mujer en la historia de Bolivia que estuvo al mando por un periodo de alrededor de 11 meses.