Bolivia registró un déficit comercial de 845 millones de dólares en 2024, según un informe del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). La caída en las exportaciones y la reducción de las importaciones marcaron el panorama económico del país.
Las exportaciones alcanzaron los 9.000 millones de dólares, lo que representa una disminución del 17% en comparación con 2023. Este descenso responde a la baja en los precios internacionales de materias primas y la menor demanda de mercados clave.
Por otro lado, las importaciones también se redujeron en un 14%, lo que en valores absolutos significó 1.585 millones de dólares menos. A pesar de esta caída, el país sigue enfrentando un saldo comercial negativo.
El IBCE advirtió que esta situación podría impactar en la generación de divisas y el crecimiento económico del país. “Bolivia necesita políticas que incentiven la producción y la diversificación de sus exportaciones”, señaló un representante del instituto.
Analistas explican que el déficit comercial refleja un contexto de menor dinamismo en el comercio exterior. “El país depende en gran medida de la exportación de hidrocarburos y minerales, sectores que han sido golpeados por la volatilidad del mercado”, explicó un economista consultado.
El Gobierno, por su parte, ha señalado que trabaja en estrategias para fortalecer la producción nacional y reducir la dependencia de importaciones. Sin embargo, empresarios piden mayor apoyo al sector exportador y medidas para mejorar la competitividad.
Ante este panorama, expertos advierten que Bolivia debe diversificar su economía y potenciar nuevos sectores productivos. “Si no se toman medidas urgentes, el déficit comercial podría seguir aumentando en los próximos años”, alertó un especialista en comercio exterior.