La fiesta previa al Gran Poder terminó en caos en las calles cercanas a la plaza Eguino, donde la Policía tuvo que intervenir con gases lacrimógenos debido a los disturbios protagonizados por personas en estado de ebriedad. La celebración, que debía ser un evento cultural, derivó en violencia, basura y agresiones.
Testigos reportaron peleas entre grupos de asistentes, resistencia a la intervención policial e incluso robos en medio del descontrol. La situación se salió de control la madrugada del lunes, cuando algunos participantes se negaron a dejar de consumir bebidas alcohólicas en plena vía pública.
“No querían retirarse ni acatar las instrucciones. Incluso intentaron agredir a efectivos policiales”, relató un uniformado que participó del operativo. A raíz de los incidentes, la Policía se vio obligada a dispersar a los grupos con gases lacrimógenos en varias esquinas de la zona.
La plaza Eguino y sus alrededores quedaron convertidos en un basural, con botellas rotas, bolsas plásticas, restos de comida y orines por todas partes. Vecinos expresaron su molestia por el desorden y el impacto negativo de estas fiestas. “Cada año es lo mismo, no respetan ni a los vecinos ni a la ciudad”, reclamó una vecina del lugar.
Además del descontrol, se reportaron asaltos a transeúntes, especialmente en calles mal iluminadas y abarrotadas. Algunas víctimas denunciaron que fueron atacadas por grupos que aprovecharon la aglomeración y el estado de ebriedad generalizado.
Aunque los organizadores del Gran Poder promueven el evento como una expresión cultural y devocional, las imágenes evidencian un grave problema de consumo excesivo de alcohol y falta de control. En redes sociales circularon videos de personas peleando, durmiendo en las aceras y orinando en plena calle.
La Policía desplegó varios patrulleros y grupos tácticos para restablecer el orden, pero la reacción fue tardía. “Necesitamos que se tomen medidas más estrictas. Esto no puede seguir ocurriendo”, afirmó un comerciante del lugar que denunció daños a su puesto.
Este tipo de incidentes reaviva el debate sobre la necesidad de establecer límites más claros y sanciones más duras durante fiestas masivas. La Alcaldía aún no emitió un pronunciamiento oficial sobre lo ocurrido en el convite, pese al evidente deterioro del orden público y el espacio urbano.