La tensión crece en Bolivia durante la segunda semana de bloqueos organizados por sectores afines a Evo Morales. La protesta por su habilitación electoral derivó en amenazas directas contra periodistas y medios de comunicación, según denunció la Asociación Nacional de la Prensa (ANP).
Una periodista de Yapacaní, Soledad Mabel Prado Nogales, fue amenazada de muerte tras informar sobre una caravana de motociclistas afines a Morales. La comunicadora publicó que la manifestación generó temor en la población y recibió un mensaje intimidante en redes sociales: “Estás jugando con fuego… no creo que quisieras estar en luto por decir cosas que no son”, decía uno de los mensajes anónimos en el muro del medio digital InfoYapacaní.
La amenaza escaló aún más con un segundo mensaje: “No nos hacemos responsables por cualquier cosa que llegue a pasar a ustedes o sus familiares”, advierte el texto. La periodista ya presentó la denuncia ante la Policía, pero hasta el momento no se conocen avances en la investigación.
Por otro lado, en Cochabamba, un manifestante no identificado amenazó con quemar instalaciones de medios de comunicación que no difundan su exigencia de renuncia del presidente Luis Arce. “Que no se venda la prensa… vamos a quemar instalaciones”, gritó ante cámaras de Red Uno y emisoras de Radios de los Pueblos Originarios.
“Pedimos a la prensa que no nos llamen ‘evistas’, somos el pueblo”, dijo otro manifestante que formaba parte de la marcha que llegó hasta la Fiscalía departamental. Minutos después, el dirigente Franco García fue aprehendido por efectivos policiales por promover estas amenazas.
La ANP alertó que estos hechos se suman a una escalada de violencia verbal y amedrentamiento contra el ejercicio del periodismo. “Los ataques contra medios y periodistas afectan el derecho a la información de toda la sociedad”, señaló la entidad mediante un comunicado.
En lo que va de la movilización, los bloqueos, discursos radicales y amenazas contra la prensa han marcado la pauta del conflicto político, mientras el gobierno de Arce ha evitado referirse directamente a las agresiones contra comunicadores.
Organismos de defensa de la libertad de prensa y derechos humanos exigen garantías para que la prensa trabaje sin temor ni represalias. “La crítica y la protesta no pueden justificar amenazas de muerte ni ataques a la libertad de expresión”, declaró el analista político Marcelo Arequipa.