Los incendios forestales que arrasan Bolivia, especialmente en la región de la Chiquitanía, están provocando un daño ambiental irreversible, afectando tanto a la biodiversidad como al clima global. Según el biólogo Vincent Vos, los incendios podrían haber matado entre 10 y 20 millones de mamíferos, incluyendo especies que aún no han sido documentadas por la ciencia.
“No solo se trata de los animales calcinados o los bosques destruidos, sino de una pérdida profunda en la biodiversidad y la capacidad de los ecosistemas para regenerarse”, explicó Vos, quien lleva 23 años en Bolivia estudiando la salud planetaria. Según el experto, la capacidad de carga de estos ecosistemas ha quedado devastada.
El impacto de los incendios en la fauna es evidente. “Cada año perdemos alrededor de 4 millones de hectáreas de bosque en el oriente boliviano, y con ello, mueren millones de mamíferos”, agregó Vos. El investigador destacó que muchas de estas especies están desapareciendo a un ritmo alarmante, poniendo en riesgo ecosistemas únicos como el de la Chiquitanía.
Este daño no solo afecta a los mamíferos. El jaguar, especie emblemática del oriente boliviano, ha pasado de ser clasificado como “vulnerable” a estar en peligro de extinción. “En los próximos 20 años, podríamos ver la desaparición de especies como el bufeo, uno de los pocos delfines de agua dulce en el mundo”, advirtió Vos.
El problema se agrava con la deforestación y los incendios provocados por la actividad humana, que son las principales causas de la pérdida de hábitat en Bolivia. Según “El Libro Rojo de Vertebrados de Bolivia”, el 80% de las especies en peligro lo están por estas razones.
Además de la fauna, las plantas también están en riesgo. Se estima que existen unas 5.000 especies vegetales en la Amazonía que aún no han sido registradas. “Los incendios podrían eliminar por completo la población de una especie antes de que tengamos la oportunidad de estudiarla”, lamentó Vos.
El impacto en los ecosistemas también tiene consecuencias en el ciclo hídrico de la región. “Cada árbol puede evaporar hasta 1.000 litros de agua al día. La deforestación masiva está reduciendo drásticamente las precipitaciones y agravando las sequías en toda Sudamérica”, señaló el experto, agregando que ríos como el Paraguay y el Amazonas han alcanzado niveles históricamente bajos.
Finalmente, Vos advirtió sobre el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero que Bolivia está generando a causa de estos incendios. “Hoy, Bolivia es uno de los principales generadores de estos gases per cápita, lo que tiene un impacto directo en el cambio climático y el calentamiento global”, concluyó el biólogo.