La prensa boliviana atraviesa una grave crisis que ha provocado el cierre de medios emblemáticos y despidos masivos, situación agravada por lo que muchos califican como «asfixia económica» ejercida por el Gobierno. La decisión reciente del periódico La Razón de abandonar su edición impresa para centrarse en lo digital ha puesto de manifiesto el difícil panorama para los medios impresos en el país.
Zulema Alanes, presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB), denunció que la crisis de los medios se debe, en parte, a la presión financiera ejercida desde el oficialismo. «El cierre de Página Siete es una clara expresión de esa presión financiera para alinear a los medios con el régimen de turno», afirmó Alanes, recordando que Página Siete cerró en 2023, dejando a 80 trabajadores sin empleo.
La «discrecional» distribución de la publicidad estatal es otro factor clave. Medios considerados críticos del Gobierno han denunciado reiteradamente que se les ha negado o restringido la pauta estatal, afectando su sostenibilidad financiera. Según Alanes, esta estrategia se inició durante el gobierno de Evo Morales y se ha mantenido con el actual mandatario, Luis Arce.
Un estudio reciente del medio peruano Ojo Público reveló que los gobiernos de Morales y Arce destinaron más de medio millón de dólares a un grupo selecto de 28 medios impresos y digitales con vínculos cercanos al Ejecutivo. «Es necesario que se implementen políticas públicas que fomenten un desarrollo equitativo y respeten la libertad de prensa», subrayó Alanes.
Además de la falta de apoyo económico, los periodistas también enfrentan una creciente precarización laboral. Según un estudio de la ANPB, el 80 % de los periodistas en Bolivia tienen empleos inestables, y los salarios han caído más de un 50 %. «Los medios reducen personal, y muchos periodistas trabajan sin beneficios sociales», advirtió Alanes.
Aunque el crecimiento de la oferta informativa digital ha tenido un impacto, Alanes destacó que la principal fuente de ingresos para los medios sigue siendo la publicidad estatal y privada. «En Bolivia, la accesibilidad a internet es limitada, y es uno de los más caros de la región», señaló.
Finalmente, Alanes enfatizó que los medios bolivianos están haciendo esfuerzos para adaptarse al ecosistema digital, pero que este desarrollo necesita políticas públicas que garanticen su sostenibilidad y la libertad de expresión.