La Federación Departamental Túpac Katari y otras organizaciones sociales, incluyendo las 20 provincias de La Paz, anunciaron un bloqueo y paro nacional a partir del lunes 16 de septiembre. Los movimientos campesinos exigen la renuncia del presidente Luis Arce debido a la crisis económica, la falta de dólares, diésel y el aumento de precios en productos básicos. «Pedimos a la población que se abastezca de alimentos», advirtieron los líderes del sector.
Durante un ampliado, las organizaciones campesinas acusaron al gobierno de Luis Arce de no atender las demandas del país. Además, rechazaron cualquier intento del expresidente Evo Morales de aprovechar las movilizaciones para fines políticos. «No queremos que Evo Morales se cuelgue de estas movilizaciones para hacer campaña política», sentenciaron en un comunicado.
En otra resolución, los campesinos también decidieron desconocer al ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, y a Lucio Quispe, líder de la Confederación de Campesinos cercana al gobierno de Arce. «Ambos dirigentes han traicionado al pueblo, por lo que no representan nuestras luchas», afirmó uno de los líderes campesinos presentes en el encuentro.
Una de las decisiones más contundentes fue la expulsión del vicepresidente David Choquehuanca, a quien acusaron de traicionar a la nación aymara. «David Choquehuanca ya no es bienvenido en nuestras tierras; ha olvidado sus raíces y traicionado a su gente», denunciaron los representantes aymaras.
Este paro se suma a una creciente ola de descontento social en Bolivia. Las movilizaciones también se han visto impulsadas por la escasez de productos básicos y la falta de recursos energéticos, problemas que el gobierno aún no ha logrado resolver. «No podemos seguir soportando esta crisis, que nos afecta a todos, especialmente a los más pobres», declaró un líder del sector campesino.
Los sectores movilizados también hicieron un llamado al resto de la población a unirse en su lucha. «Es momento de que todos los bolivianos salgamos a las calles a reclamar lo que es justo. La crisis nos afecta a todos», concluyó el dirigente.