La ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, Celinda Sosa, realizó una visita oficial a Nicaragua, donde expresó la voluntad del gobierno boliviano de fortalecer los lazos de amistad y cooperación entre ambos países, a pesar de las preocupaciones internacionales sobre la situación de los derechos humanos en el país centroamericano.
Durante su estancia en Nicaragua, Sosa rindió homenaje a figuras históricas como Augusto Sandino, destacando la importancia de construir relaciones sólidas entre naciones. En sus palabras, expresó: «Esperamos que, en esta jornada de trabajo, el diálogo y nuestra historia común, nos permita alcanzar esos objetivos».
La visita de la ministra forma parte de una gira que también incluyó a Venezuela y Cuba, países que han sido objeto de críticas por sus políticas gubernamentales en relación con los derechos humanos y las libertades individuales y colectivas.
Nicaragua ha sido señalada por organismos internacionales por violaciones sistemáticas de los derechos humanos, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y tortura. Sosa, sin embargo, destacó la importancia de fomentar la cooperación entre ambos países a pesar de estos desafíos.
La posición del gobierno boliviano contrasta con las preocupaciones expresadas por la comunidad internacional. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos han condenado las violaciones cometidas por el Estado de Nicaragua.
A pesar de las críticas, el régimen de Ortega-Murillo ha endurecido su postura, adoptando medidas en contra de la Iglesia católica y otras instituciones. Decisiones como la privación de la nacionalidad y los derechos políticos a opositores políticos han sido denunciadas como violaciones graves de los derechos humanos.
El gobierno de Ortega también decidió denunciar la Carta de la OEA y retirarse de la organización, desafiando las presiones internacionales. A pesar de esto, la comunidad internacional continúa instando al gobierno nicaragüense a respetar los derechos humanos y poner fin a las prácticas represivas.