En su primera aparición ante los medios como Gobernador en suplencia de Santa Cruz, Mario Aguilera enfrentó las acusaciones de traición y defendió su posición, destacando que su asunción al cargo responde al cumplimiento de la Sentencia Constitucional 1021/2023 – S4 emitida por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).
Aguilera, quien fue posesionado en una sesión extraordinaria, subrayó la falta de alternativas frente a la sentencia y la necesidad de cumplir con el mandato constitucional: «No nos deja otra alternativa, hoy la situación es diferente, hay una sentencia constitucional ante la cual solo tengo dos opciones: cumplir o ser detenido».
El nuevo Gobernador en suplencia rechazó las etiquetas de «traidor», «títere», «cobarde» y «irresponsable» que le fueron atribuidas, afirmando: «Yo de traidor no tengo nada. Voy a cumplir con las funciones que el cargo implica».
Aguilera ratificó la legitimidad de Luis Fernando Camacho Vaca como Gobernador electo y anunció auditorías «necesarias» en la Gobernación para garantizar la transparencia y abordar cualquier irregularidad que se detecte. «Reconducir las cosas que se deban reconducir y castigar los hechos irregulares que ameriten ser castigados a través de las normas vigentes», expresó.
El compromiso del nuevo Gobernador también se extendió a la continuidad de proyectos beneficiosos para el departamento y sus provincias. Asimismo, se comprometió a seguir luchando por la libertad de los «presos políticos» en la democracia y la autonomía.
En un gesto de apertura, Aguilera manifestó su disposición a realizar «todos los esfuerzos necesarios» para sostener conversaciones con Luis Fernando Camacho, incluso visitándolo en la cárcel de Chonchocoro, a pesar de intentos previos sin éxito.