Hasta el 5 de octubre de 2023, según la Global Human Rights League, Bolivia tiene registrados 293 presos políticos, una cifra que refleja una preocupante situación en el país. De estos detenidos, 46 son mujeres y 247 son hombres, con 8 liberados, 6 condenados y 2 fallecidos como resultado de la persecución política.
Desde las controvertidas elecciones presidenciales de 2020 en Bolivia, las persecuciones políticas no han cesado. El gobierno de Luis Arce, bajo la influencia de Evo Morales, ha continuado persiguiendo y encarcelando a aquellos que se opusieron a la repostulación de Morales, argumentando que violaron el resultado del referéndum 21F de 2016. Estos individuos fueron los mismos que se organizaron en una protesta de 21 días en 2019 en respuesta al fraude electoral.
En un contexto marcado por la persecución política, Bolivia conmemora el 41 aniversario del fin de la era de las dictaduras y la restauración de la democracia. Sin embargo, a pesar de estos avances históricos, la percepción ciudadana sobre el estado de la democracia actualmente no es optimista.
De acuerdo con la «Tercera encuesta de percepción ciudadana sobre institucionalidad democrática» realizada por la Fundación Jubileo y la Alianza Observación Ciudadana de la Democracia en las nueve capitales bolivianas, así como en El Alto, seis de cada diez bolivianos no ven con optimismo el futuro del país debido al estado actual de la democracia. Esta cifra refleja la creciente preocupación entre la población boliviana sobre la salud de sus instituciones democráticas y la situación de los derechos políticos en el país.