El Departamento de Estado de Estados Unidos ha levantado la voz de alarma sobre los ataques rusos en Ucrania, destacando que las consecuencias de estos ataques se extienden más allá de las fronteras del país. El portavoz Matthew Miller afirmó que los recientes ataques rusos han llevado a la destrucción de 180.000 toneladas de grano en Ucrania, incluidas 40.000 toneladas en las últimas 24 horas, lo que ha afectado negativamente a la producción y suministro de alimentos a nivel internacional.
En una rueda de prensa, Miller advirtió que los ataques no solo están afectando a la población de Ucrania, sino que también están perjudicando al resto del mundo, ya que se están dirigiendo específicamente a la infraestructura relacionada con el grano. Esto ha creado un impacto significativo en la producción de alimentos y ha generado preocupación en la comunidad internacional.
Miller también hizo referencia a un anuncio propagandístico del presidente ruso Vladimir Putin, quien afirmó que enviaría entre 25.000 y 50.000 toneladas de grano a países africanos. Sin embargo, en contraposición, los ataques rusos en Ucrania han destruido una cantidad considerable de grano, lo que pone en duda la veracidad de las afirmaciones de Putin.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) también ha expresado su preocupación por la situación. A pesar de sus esfuerzos, los ataques a los puertos de Ucrania han dificultado el acceso de los alimentos y fertilizantes rusos y ucranianos a los mercados internacionales. La ONU ha condenado cualquier ataque contra la infraestructura civil y ha destacado las dificultades que esto crea para el envío y distribución de productos esenciales.
El portavoz adjunto del secretario general de la ONU, António Guterres, Farhan Haq, enfatizó que están trabajando para superar estos obstáculos y garantizar que los alimentos y fertilizantes lleguen a los mercados internacionales. Sin embargo, los continuos ataques a la infraestructura en Ucrania están planteando serios desafíos a estos esfuerzos.
La destrucción de grano en Ucrania ha generado preocupación a nivel mundial, ya que afecta a la seguridad alimentaria y agrava la crisis humanitaria en la región. La comunidad internacional continúa observando la situación con atención, mientras se buscan soluciones para poner fin a la escalada de violencia y proteger la infraestructura civil y agrícola en Ucrania.