Carlos Borth, analista político, junto a un grupo de hombres y mujeres, ha lanzado la organización de un nuevo partido político de alcance nacional llamado Alianza por Bolivia Unida y Solidaria (Al-Bus).
Conscientes de que esto podría fragmentar aún más a la oposición, Borth afirmó: «Un grupo de mujeres y hombres libres de Bolivia, dada la situación de crisis por la que atraviesa el país en temas económicos, políticos y sociales, hemos decidido organizar un nuevo partido político».
Borth adelantó que la próxima semana presentarán los resultados de un documento de unidad con diferentes organizaciones cívicas como el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) y el Bunker.
La formación de este nuevo partido político crítico al gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) se produce en un momento en el que la oposición vive una crisis de fragmentación en el país. Actualmente, la Alianza Creemos en la Asamblea Legislativa Plurinacional está dividida en al menos cuatro grupos y desde Comunidad Ciudadana (CC) surgen voces que buscan cambios de liderazgo fuera de Carlos Mesa.
Por otro lado, el vocero del Conade, Manuel Morales, ya ha anunciado la conformación de un frente único de oposición de cara a las elecciones de 2025, con el objetivo de vencer al oficialismo que ha gobernado el país durante más de 16 años.
En 2020, después de la renuncia de Evo Morales a la presidencia, hubo un intento de unificar a la oposición que no tuvo éxito. La propuesta de Borth, en caso de concretarse y obtener la personería jurídica, plantea la realización de una preprimaria para determinar qué binomio podría unificar a la oposición.
«Planteamos que la selección del binomio se realice en una suerte de preprimarias con jurados de la sociedad civil, al margen del Tribunal Supremo Electoral que está cooptado por el oficialismo», destacó Borth.
El partido se funda con cuatro ejes de propuesta para el país: el cambio del Estado Plurinacional «fracasado» para reconstruir una posición que incluya a todos los bolivianos; la eliminación del modelo de administración «ultra centralista» e implementación de la descentralización mediante el impulso del federalismo o el fortalecimiento de las autonomías; la lucha contra la corrupción a través de un gobierno abierto que permita a la sociedad civil visualizar todos los actos administrativos mediante el uso de tecnología.