El Magisterio Urbano de Bolivia ha estado en protesta por seis semanas exigiendo mayor presupuesto para educación, y este miércoles han pedido la renuncia del Ministro de Educación, Edgar Pary. Además, han cuestionado al Gobierno por destinar 8 millones de dólares en la compra de agentes químicos y un monto en publicidad, en lugar de cumplir con la demanda de mayor presupuesto para educación.
En una conferencia de prensa, el ejecutivo del Magisterio de Santa Cruz, Ósmar Cabrera, ha expresado su postura: “Ratificamos nuestro pie de lucha y desde Santa Cruz y de toda Bolivia le decimos al ministro de Educación: si no tiene la capacidad de atender las demandas que renuncie, que se vaya y deje de perjudicar a la educación del país”.
Efraín Villarpando, secretario ejecutivo de la Federación Chuquisaqueña, ha apoyado la manifestación: “Estamos presentes en La Paz y venimos desde de los diferentes rincones del país para exigirle a este Gobierno mayor presupuesto, que depongan a ese ministro de Educación que se ha convertido en un lacayo de este Gobierno, que no da ni un solo ítem más de lo que ha propuesto”.
El dirigente del Magisterio Urbano de La Paz, José Luis Álvarez, ha observado que el Gobierno está destinando dinero a cuestiones no prioritarias: “El Gobierno esta desnudando su crisis económica, dice que no hay plata para dar más presupuesto a la educación, cuando gasta más de 8 millones de dólares para comprar gases y reprimir a los trabajadores de que nos movilizamos, gasta más de 40 millones de bolivianos para hacer publicidad y atacar al Magisterio que está luchando por la educación fiscal. Hay plata para la corrupción, para el nepotismo, para el derroche, pero no hay plata para financiar la educación fiscal”.
El Magisterio de Potosí ha advertido que dejará de lado las horas de trabajo ad honorem y que no pueden seguir trabajando gratis. En un reporte de Cadena A, Wilfredo Ajllahuanca, dirigente del magisterio, ha indicado que el Ministerio de Educación no puede cerrarse en el sentido de decirles a los maestros que sigan trabajando gratis: “para nosotros en el siglo XXI es una esclavitud moderna, y que padres de familia sigan solventando la educación (…) Ya Potosí ha asumido esa decisión, vamos a responsabilizar al ministro (Edgar) Pary de que el magisterio urbano deje las 700 mil horas de déficit histórico que está generando a sus espaldas”.
La protesta del Magisterio Urbano continuará hasta que se cumplan sus demandas, lo que demuestra su compromiso y determinación en la lucha por una educación de calidad en Bolivia.