Comibol, la Corporación Minera de Bolivia, anuncia la creación de dos nuevas empresas estatales en Oruro y Potosí para la explotación de yacimientos de plomo, zinc y plata. Estas factorías de mediana categoría serán responsables de la extracción de minerales complejos en los proyectos Mesa de Plata en Potosí y en el yacimiento de Negrillo en Oruro. Marcelino Quispe, el presidente de Comibol, afirmó que ambas regiones tienen complejos de plomo, zinc y plata y que se invertirán 150 millones de dólares en cada proyecto y generarán unas 500 fuentes de empleo.
A pesar de que los precios de algunos minerales han disminuido en los últimos tiempos, Quispe confía en una mejora sustancial en los próximos meses y años, ya que hay una tendencia mundial a reemplazar el petróleo con elementos menos contaminantes. Según él, a futuro, los países «sobrevivirán con la generación de metales que tienen un mercado asegurado en la industria y estarán siempre vigentes».
En este sentido, el gobierno boliviano ha ratificado la decisión de instalar dos refinerías de zinc en Potosí y Oruro para procesar los minerales explotados en ambos yacimientos y recuperar metales agregados como indio y galio. Cada refinería tendrá una inversión de 350 millones de dólares.
La factoría de Oruro se proyecta para la refinación de 65.000 toneladas de zinc metálico al año, mientras que la de Potosí tendrá capacidad de tratamiento de 150.000 toneladas métricas de concentrados por año y producirá diversos tipos de metales.