El Kremlin ha descartado dar marcha atrás al despliegue de armas nucleares tácticas en Bielorrusia, anunciado el sábado por el presidente ruso, Vladimir Putin, y objeto de críticas en las últimas horas por parte de los principales bloques y gobiernos occidentales.
El principal portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha advertido de que dicha reacción «no puede afectar a los planes de Rusia», por lo que Moscú mantiene su intención de seguir adelante con una medida que puede conllevar un refuerzo de las sanciones impuestas por la Unión Europea a los dos países vecinos, informa la agencia Interfax.
Putin anunció un acuerdo con Bielorrusia para el despliegue de armas nucleares tácticas de corto alcance en suelo bielorruso en respuesta a la intención de Reino Unido de suministrar armamento con uranio empobrecido al Ejército ucraniano. Según Moscú, este paso no implica una violación de las obligaciones de Rusia en materia de no proliferación.