Las autoridades rusas brindaron este lunes un nuevo reporte del balance de muertes por coronavirus que, una vez más, deja sospechas respecto a los datos aportados en los últimos meses por el gobierno de Vladimir Putin. El número aportado hoy es más de dos veces mayor al que se había anunciado anteriormente.
Según datos de la agencia estadística rusa Rosstat, el país ha registrado un 20,5% más de muertes desde que la pandemia comenzó en el país en abril. La cifra total, de 241.193 muertes más en abril-noviembre de 2020 que durante el mismo período del año anterior, se informa diariamente de forma acumulativa por el centro de crisis de coronavirus del gobierno. Esta cifra incluye las muertes registradas en diciembre.
Los datos de Rosstat, contados por la agencia Reuters, mostraron que menos de la mitad del número total de esas muertes excesivas -116.030 desde el comienzo de la pandemia en Rusia en abril- puede atribuirse directamente al coronavirus. Esto ya es significativamente mayor que el número preliminar de muertes por la pandemia, de 55.265 hasta ahora.
Aunque el número de muertes fluctúa de un año a otro, el recuento de lo que se denomina exceso de muertes puede ilustrar el impacto de la pandemia al incluir casos en los que el nuevo coronavirus no fue una causa de muerte confirmada, así como muertes por otras causas que podrían estar relacionadas con el hecho de que los sistemas médicos nacionales están sobrecargados.
La nueva cifra de muertos (116.030) sigue siendo más del doble de la cifra preliminar de muertes comunicadas diariamente y de forma acumulativa por el centro de crisis de coronavirus del gobierno ruso, que está supervisado por el Ministerio de Salud y el organismo de vigilancia de la seguridad de los consumidores Rospotrebnadzor. Hasta ahora asciende a 55.265, e incluye las muertes notificadas en diciembre.
La agencia AFP, por su parte, informa que el balance de fallecidos puede llegar a 186.000, lo que representaría más del triple del número oficial de decesos por covid-19.
De acuerdo a lo señalado por Rosstat, solo en noviembre fallecieron 25.788 rusos por el virus.
Las autoridades no brindaron explicaciones respecto a la gran diferencia en los números. Sin embargo, las cifras oficiales de Rusia generalmente provienen de las autoridades sanitarias, basadas en los casos en los que se encontró después de una autopsia que el coronavirus fue la causa del deceso. Las cifras divulgadas este lunes por Rosstat y la viceprimera ministra Tatiana Golikova parecían incluir todas las muertes relacionadas con el coronavirus.
“Más del 81% del alza de la mortalidad en este periodo se debe al covid-19 o a las consecuencias de la enfermedad”, precisó la viceprimera ministra rusa.
Estos nuevos reportes siguen planteando dudas sobre las estadísticas oficiales del gobierno ruso, que han sido criticadas desde el comienzo de la pandemia. Según consigna The Moscow Times, médicos, estadistas y demógrafos sugieren que las autoridades “está tratando de restar importancia al impacto de la pandemia”. A pesar de las críticas, durante meses Putin se ha jactado de la baja tasa de mortalidad del virus en Rusia, diciendo a principios de este mes que había hecho un “mejor” trabajo en el manejo de la pandemia que los países occidentales.
Alexei Raksha, un demógrafo que dejó Rosstat en julio pasado, dijo a la agencia AFP la semana pasada que el Ministerio de Salud ruso y el Ministerio de Salud del Consumidor falsifican las cifras del coronavirus.
Rusia registra más de 3 millones de infectados por covid-19 desde el comienzo de la pandemia, siendo el cuarto países con más casos en todo el mundo. No obstante, en comparación a las naciones más afectadas por la pandemia, las autoridades rusas han informado una tasa de mortalidad mucho más baja. Los datos aportados este lunes convierten a Rusia en el tercer país con mayor número de muertos, solo por detrás de Estados Unidos (más de 330.000 muertos) y Brasil (más de 190.000).
Rusia hace frente desde el otoño a la segunda ola del covid-19. Pese a esto, las autoridades prefirieron no adoptar un segundo confinamiento para evitar las consecuencias económicas que conllevaría.
El gobierno ruso prevé que la economía se contraerá en un 3,9 por ciento este año, mientras que el Banco Central espera un declive aún más profundo.
Durante su conferencia de prensa anual de fin de año a principios de este mes, Putin rechazó la idea de imponer el tipo de bloqueo que muchos países europeos introdujeron para las vacaciones de Navidad. “Si seguimos las reglas y demandas de los reguladores de salud, entonces no necesitamos ningún tipo de bloqueo”, manifestó.