El Gobierno de Bolivia presentó el pasado jueves una denuncia penal que puede tener un enorme impacto en la campaña electoral. Es una acusación al expresidente Evo Morales por una relación pedófila con una joven. La relación comenzó cuando la niña tenía 14 años y hay imágenes como la que aquí se reproduce, del candidato del partido del expresidente Morales a los comicios del próximo 18 de octubre, Luis Arce, con la pareja.
El viceministro de Transparencia de Bolivia, Guido Melgar, informó el mismo jueves de que el Ministerio de Justicia presentó una denuncia contra el expresidente por los presuntos delitos de estupro, abuso sexual, trata y tráfico, entre otros. El funcionario añadió que «de ser cierta toda la información documentada, en videos, audios y mensajes, vamos a solicitar que se le imponga a Evo Morales la pena máxima».
Al día siguiente, Melgar anunció que la próxima semana, probablemente mañana lunes, presentarán, de manera coordinada con la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de La Paz, una segunda denuncia contra Morales, por otra presunta relación amorosa con una menor de edad. Y la cosa no quedó ahí. Poco después se sumaron otras acusaciones en idéntico sentido. La abogada boliviana Paola Barriga informó por Radio Fides, la emisora boliviana perteneciente a la Compañía de Jesús, que presentará en los próximos días una querella respecto a otras jovencitas menores de edad, que también habrían mantenido relaciones con Evo Morales.
Ampliación de la denuncia
Resulta evidente que las acusaciones contra Morales pueden generar un impacto en el resultado de las inminentes elecciones presidenciales, que se llevarán a cabo dentro de menos de dos meses, el 18 de octubre.
La realidad es que el exministro de Economía y candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, se puede ver muy afectado por las acusaciones, dada su cercanía a Morales. El diputado de Unidad Demócrata (UD), Tomás Monasterio, anunció –según recogía el diario «Página siete» el pasado viernes– que pedirá formalmente al Ministerio Público que la denuncia contra Evo Morales se amplíe contra el candidato Luis Arce, por complicidad y encubrimiento. Monasterio alega que «Luis Arce tenía conocimiento de que Evo Morales estaba con una menor de edad y no fue capaz de llevar adelante las denuncias ante las autoridades para poder procesar».
El diputado de Unidad Demócrata por Santa Cruz, Luis Felipe Dorado, pidió que «Luis Arce reconsidere su candidatura porque, según las fotografías que aparecen en redes sociales, el ahora candidato a la presidencia del MAS, sabía del delito de estupro y hasta podría ser cómplice del mismo», según recogía el diario «El Deber».
Las informaciones sobre estas graves acusaciones al dirigente que se ha convertido en referencia de la izquierda populista internacional y de manera específica de Podemos en España, han sido contestadas con el silencio por parte del acusado.
Un editorial del diario «El Deber» del pasado viernes señala que «Evo Morales, que constantemente se refiere a Bolivia, ahora guarda silencio ante las acusaciones que surgen desde hace varios días por estupro y trata y tráfico, por mantener una relación sentimental con una menor de edad». Ni siquiera un apunte en su cuenta de Twitter, pese a que tiene ahí más de un millón de seguidores, refiere la nota publicada por el periódico español ABC.
El MAS
Al respecto la diputada por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Sonia Brito, dijo a Gaceta del Sur que con esta campaña de desprestigio contra un exjefe de Estado y una joven han ingresado a la guerra sucia «sin tener información certera en base a un informe oficioso del periodista español Alejandro Entrambasaguas a quien conocen como un periodista de alcantarilla hagan acusaciones y se maltrate y denigre a una joven que sufre el maltrato por el odio que le tienen al expresidente Evo Morales».
En criterio de Brito, lo que se quiere es repetir un segundo caso «Zapata» porque cree que esa es la forma cómo la «derecha» ante la desesperación por saberse derrotados en las elecciones, acude a la guerra sucia para empañar la candidatura del MAS.
«No quieren discutir las propuestas programáticas o económicas sobre qué se hará en torno a los despidos y la crisis que vivimos. Por eso lamentamos muchísimo que se haya ingresado a una guerra sucia y sin comprobar y lastimando el honor de la señorita Noemí se entre a este tipo de acusaciones cuando no se ha comprobado lo contrario. No se pueden hacer juicios de valor», sostuvo.
Asimismo, lamentó que varios medios de comunicación en Bolivia se hayan prestado a este juego «irracional» porque sin contemplación alguna publicaron fotografías y el nombre completo cuando en la normativa señala que eso es un delito, al que habrían incurrido algunos.