No hay internet en el área rural (se necesitan radio bases para recibir la señal). El satélite chino Tupac Katari de 350 millones de dólares es una mamada masista.
No hay gas en las urbes paceña y alteña, volvemos a las filas de los años 90s. Senkata está bloqueada y el plan de gas domiciliario de 14 años (de un total de 18) es una mamada masista.
No hay unidades de terapia intensiva ni camas en los hospitales todo está saturado. Se alertó de esas deficiencias cuando se anunció el SUS, por ejemplo, así que desde la revolución de la salud hasta la famosa medicina cubana, todo es una mamada masista.
El Gobierno tiene todo ese diagnóstico de situación (supongo), por ello su incapacidad de reacción y anticipación llama poderosamente la atención.
1. El Gobierno sigue conviviendo con funcionarios masistas incrustados en ministerios y empresas públicas.
2. El Gobierno sigue errando en su estrategia comunicacional, porque la gente a cargo está más abocada a inventar el hashtag de la semana que a aprender aymara y salir a El Alto o al bloqueo de K’ara K’ara para hablar con la gente, sin mencionar que sus redes sociales -ministerios y medios estatales- están infectadas de trolls y haters masistas (ponga a alguien a responder a cada mensaje ofensivo)…
3. Las imprecisiones y divagaciones del gabinete están deteriorando la imagen y proyecto del Gobierno a tal grado, que cualquier diputado de quinta puede salir a criticar en un tuit con mayor efectividad que todos los mensajes oficiales desde los medios estatales. «Se clausura pero no, depende de ustedes; se paga el bono a todos pero no a todos; hoy salen según número de cédula pero semana por medio y según la placa; se pagan pensiones según la plataforma desde el 9% al 50% sino arreglan entre partes nomás», etc.
PRESIDENTA, tiene un último tiempo e intento para no quedar mal en la historia. Le ha tocado enfrentar al virus del COVID-19 y a los parásitos del MAS, sin contar a los anarco-politiqueros, pero todavía puede salvar la gestión.
1. Identifique y despida al masismo residual activista en función pública.
2. Recambie y mejore su gabinete comunicacional con estrategas políticos y no jailones con cartón.
3. Convoque a los sectores en pugna y tome decisiones precisas sin lugar a duda o interpretación «antojadiza» de nadie.
Hágalo, por favor, por el bien del país.
Autor: Iván Rada