La decisión de clausura del año escolar nos parece un lamentable desenlace de una búsqueda de diálogo sin frutos entre el Ministerio de Educación, la dirigencia del Magisterio y una parcialidad de padres de familia que, lejos de buscar el bien de los estudiantes, se han arrimado en consignas políticas sin comprender el sentido propio de la educación, señala un comunicado emitido este martes por la Iglesia Católica.
En ese sentido afirman que, “educar es dar vida, es un acto de amor que nunca termina, es sacar lo mejor de cada quien, es dar forma a sueños, es hacer visible lo invisible y maravilloso que existe en cada ser humano. Por eso la Educación no puede detenerse porque es como detener la vida, es truncar ilusiones, es detener la formación y el crecimiento humano, cultural y espiritual de miles de niños, adolescentes y jóvenes”.
Por ello consideran que en la actualidad, la educación boliviana, en particular la privada, que ofrece un servicio importante al país, vive momentos de angustia y zozobra que afectan a los maestros y demás dependientes de estas instituciones educativas.
Además consideran que la educación católica, pública de convenio y privada, fiel a su compromiso y mandato de educar, en estos meses ha extremado esfuerzos, con creatividad y responsabilidad, desde modernas plataformas virtuales hasta la puesta en práctica de los diversos medios tecnológicos; combinando modalidades entre lo virtual y a distancia; con maestros que han dado la vida, llegando a la casa de los propios estudiantes con alimentos, donando datos para internet, y llevando tarea a aquellos que no tienen acceso al mismo.
“¡No queremos creer que todos estos esfuerzos han sido vanos! Desde el mensaje de Jesús, el Maestro, estamos siempre interpelados a no claudicar en esta noble misión de educar, de acompañar a los maestros, padres de familia, niños y adolescentes que son parte de nuestras comunidades educativas. Nos impulsan a seguir buscando con creatividad, desde lo poco y sencillo a multiplicar el pan de la verdad, de la sabiduría, del conocimiento, de la vida que crece y no puede detenerse. En nuestras comunidades educativas, públicas de convenio y privadas, seguiremos ofreciendo el pan de la educación”, sostiene.